Como dejar los porros, la cocaina y el trankimazin

 “El tratamiento que hacéis en Tavad es la forma más indolora de superar una adicción”

Cocaina, alcohol, trankimazin… Y 20 años fumando marihuana. ¿Cuándo te planteas como dejar los porros y el resto de sustancias? ¿En qué momento decides ingresar en TAVAD?

Yo no tenía fe en el tratamiento, me parecía todo un bulo pero mi madre me dijo que ya estaba todo pagado… Discutí mucho con ella por ello, somos de Ibiza y teníamos que viajar, para mí era impensable hacer un viaje. A mí me afectaba todo, tenía pesadillas, vértigos… Mi consumo estaba descontrolado, ni sabía como dejar los porros ni como parar de consumir cocaina. Me sentía muy aislado, apuntalé hasta la puerta de mi cuarto, cerré el balcón… Hoy me siento muy avergonzado, no era capaz de mantener una conversación con nadie ni salir de mi hábitat: mi habitación.

El tratamiento que hacéis en Tavad es la forma más indolora de superar una adicción. No hay abstinencia, se te olvida la angustia. Una vez pasas el primer día en el hospital no es tan difícil pero de eso te das cuenta después, ahora pienso que no era tan complicado. Sólo hay que ser valiente.

¿Cómo fue el ingreso hospitalario? ¿Cuándo empezaste a notar el cambio y cómo te sentías?

Es muy difícil de explicar, no te lo crees. Era una persona muy nerviosa, con mucha ansiedad. Siempre he sido de los que se despierta y nada más levantarme lo primero que hacía era encenderme un cigarrillo o un porro… Cuando pasé la primera noche en Tavad, al despertar, no sé describirlo bien pero me sentía liberado, una libertad interior que yo no entendía.

Al principio reconozco que se me hizo un poco pesado (muchos médicos y psicólogos entrando en la habitación, preocupándose en realidad, pero en ese momento sólo quieres que te dejen en paz). Hay que darse cuenta que tú no estás en un hotel 5 estrellas, vas a lo que vas, los pacientes creo que no somos conscientes de ello hasta que el tratamiento hace efecto.

No me he sentido en un centro de desintoxicación, allí no te cruzas con nadie, estás en un hospital y pasas desapercibido, como si fueras a operarte. Tienes privacidad, nadie sabe a lo que vas. En Tavad nadie me señala, no soy un bicho raro.

Ahora ya estás en casa, y estás realizando el tratamiento psicoterapéutico de forma ambulatoria desde Ibiza, a través videoconferencias. ¿Cómo va todo?

Era un instinto irracional el que me llevaba a consumir, no encontraba la manera de como dejar los porros, era uno detrás de otro… Más la cocaina, el alcohol y el trankimazin para dormir algo. Hoy me siento con fuerzas para estar sin psicólogo pero tengo que haceros caso.

Desde el tratamiento soy más afectivo, antes no era capaz de darle un beso a mi madre y cuando era pequeño no te imaginas lo cariñoso que era pero las drogas te quitan ese sentimiento, era incapaz de demostrar cariño. He hecho sufrir mucho a mi madre, espero poder cambiarlo. Al tercer día en el hospital, te sale sólo pero te sorprendes a ti mismo: tenía ganas de gastar bromas, de dar un beso a mi madre… Estaba muy encerrado en mí mismo, muy amargado, y sin darme cuenta era capaz de estar metido en la conversación y sin ansiedad, sin un ansiolítico en el bolsillo y sin sentir esa angustia pensando que se te va a acabar… Antes cuando me quedaban 5 ó 6 porros pensaba en que se me iban a acabar y eso me generaba mucha angustia.

Mi cerebro estaba dañado y no hay manera de regresar a atrás, no hay salida si no lo curas antes. Clic para tuitear

Cuando volví a casa tuve que tirar muchos cogollos de marihuana, no quería dárselo a nadie, si se lo doy a alguien es como si le hubiera pasado el muerto a otra persona. El que consume se engaña, se miente a sí mismo, es como una pescadilla.

Ya no fumo tabaco con ansiedad, antes sí. Me levanto como una moto, lleno de energía pero la sensación por dentro es de “tranquilidad”. Antes hasta que no estaba ciego de porros no hacía nada, me engañaba a mí mismo. Necesitaba cordura. Hoy no voy a dejar que la droga me tome más el pelo.

Mi cerebro estaba dañado y no hay manera de regresar a atrás, no hay salida si no curas antes tu cerebro. El Dr. Legarda lo dice muy bien.

¿Cómo convencerías o qué le dirías a esa persona que quiere tratarse pero que tiene dudas para dar el paso definitivo?

Les diría que ellos son lo más importante, que tienen que poner de su parte y que Tavad no es tu enemigo, ese enemigo está en tu cabeza, vosotros solo queréis que nos recuperemos, hay que dejarse ayudar.

El problema de los tratamientos que hay para dejar las drogas es que todos te tratan con ansiolíticos y Tavad no. Los ansiolíticos ahora son como la aspirina de entonces la adicción que crean este tipo de pastillas es brutal. Yo hoy, sólo pienso en hacerme cada día más fuerte.

*¿Necesitas ayuda o conocer con más detalle alguno de nuestros tratamientos avanzados de la adicción?

Puedes escribirnos a intermedia@tavad.com, te atenderemos de forma confidencial y personalizada.

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