Cómo Conseguí Dejar la Cocaina y el Tráfico de Drogas

Un viaje por el deseo y el ansia de consumir. Dejar de vivir sin darse cuenta

Alfredo es un empresario transportista de 40 años y tiene a más de 30 empleados a su cargo. Con 26 prueba la cocaína, “Al principio era de vez cuando, después de venir de viaje con los camiones para desconectar y como una especie de premio por el trabajo bien hecho”. Con 30, inevitablemente se le va de las manos… “Ahí ya consumía entre 2 y 3 gramos de cocaína al día, y terminé perdiéndolo todo hasta que entré en la cárcel”. Y es que Alfredo también se movía por los bajos fondos traficando con drogas a gran escala: la incautación de un camión de 3.000 Kg de hachís, que él mismo conducía, le llevaron directamente a la cárcel. 10 meses en prisión, libertad bajo fianza después y un juicio pendiente son las consecuencias de sus malas decisiones.  “Cuando empiezas con la parafernalia ya es demasiado tarde y ni siquiera lo sabes. Compras la droga, la picas, la hueles… las primeras veces después de probarla piensas que te falta algo, luego ya no puedes vivir sin ella”

¿En qué momento se le pasa a uno por la cabeza traficar con droga?

“Al tener una gran empresa de camiones no resultó tan difícil, o eso pensaba. En los viajes que haces conoces a gente, de todo tipo. Son muchos días fuera de casa, las noches se hacen largas y al final terminas hablando de todo con quien vas encontrándote por el camino. Una cosa llevó a la otra, yo lo estaba perdiendo todo por culpa del consumo, me gastaba cerca de 600€ al día en drogas y alcohol, no pensaba en otra cosa. En ese momento lo vi fácil, era un inconsciente”

Diez meses en la cárcel

“Sí, tocas fondo. Pero en esos 10 meses lo dejé, ni media raya. No porque no quisiera pero era complicado, no tenía tantas facilidades como fuera y lo dejé. Empecé a hacer mucho deporte, pesas, boxeo, correr… Entré en la cárcel hecho un cadáver y a los 2 meses de dejar la cocaina ya estaba bien, me puse en forma y me recuperé. También te digo, tan rápido como lo dejé lo volví a coger. El primer día que salí a la calle no tardé ni unas horas en ponerme: fui directo a por ello y el descontrol empezó de nuevo pero todavía peor que antes”

 ¿Qué has hecho o qué has dejado de hacer por consumir cocaína?

“Te puedo contar mil anécdotas, ninguna buena y a cada cual peor. Por ejemplo cuando me casé, salí de mi casa un martes – se casaba en la otra punta de donde vivía – y de camino hice parada en Madrid. Me quedé allí 3 días, solo, metido en el coche poniéndome hasta arriba. Llegué a la boda pero imagínate las condiciones en las que estaba. Y de esas, una detrás de otra. Siempre empezaba cogiendo medio gramo, me engañaba a mí mismo pensando que no iba a coger más, que con eso iba a ser suficiente… pero siempre era mentira. Al final terminaba consumiendo entre 2-3 gramos y cuando lo terminaba volvía a casa”

¿Y tú mujer? ¿Cómo vivía la situación, sabía lo que hacías?

“Posiblemente sea de lo que más me arrepiento, de lo mal que lo he hecho todo con mi mujer. Le hacía sentir culpable, siempre. Para que te des cuenta lo que es la droga, lo que me hacía… Buscaba discutir con ella para coger la puerta y largarme a consumir, y le hacía a ella la responsable, la causante de todo”, se lamenta. “Ella sí que es la mujer de mi vida y yo lo que tenía era un mano a mano con la coca, en ese momento era mi compañera: Siempre me iba de casa por algo, a hacer un recado, a por tabaco, o como te decía provocaba una discusión que me hiciera salir de donde estaba. Iba pensando en coger ½ gramo, siempre de primeras cogía ½ gramo pero nunca era el último… podían pasar horas o días… desconectaba el móvil o no lo cogía, desaparecía del mapa hasta que volvía a casa de nuevo. Y cuando digo desaparecer es meterme en el coche yo sólo y no salir de ahí hasta que me diera por volver. Hemos estado a punto de separarnos, al final ya no dormíamos juntos. Andar en la noche y gastando tanto dinero… todo se resiente”

¿Cuándo llegas a esa situación tan límite ni siquiera te das cuenta que necesitas ayuda?

“Para nada, bueno, siempre te da el bajón y te entra el arrepentimiento los días después de consumir, te sientes muy desgraciado. Yo sabía que necesitaba ayuda pero también pensaba que no podía vivir sin droga, no podía dejar la cocaina. Tú no ves que puedes vivir sin eso, tú crees que es tu combustible cuando es lo que te está matando, te quita la vida sin que te des cuenta. Yo no era capaz de salir de viaje a cualquier sitio sin llevar algo en el bolsillo, cómo te puede llegar a controlar algo tanto…. Para que te des cuenta cómo es esto, ahí va otro ejemplo de lo mala que es la droga, de cómo destroza familias: Una noche con un amigo, estábamos tomando algo. Él estaba todo agobiado con que tenía que ir a casa con su mujer e hijos pero que antes de irse se ponía un par de rayas y se iba a su casa. Se puso la primera y ya se le quitaron las prisas, pues a la segunda raya lo que me dijo es que le llevara a un hotel que no quería volver a casa, sólo estaba pensando en terminar de ponerse el gramo que llevaba en el bolsillo.

Tú ya habías tocado fondo. ¿Qué te hace reaccionar?

Para mí el punto de inflexión llega cuando mi mujer me pone las maletas en la puerta. La preparé, una de tantas en realidad, pero esa vez la lié gorda y ella estaba literalmente agotada.  El día anterior después de una comida le dije que salía 2 minutos a hacer un recado y no volví hasta 2 días después…No hubo discusión pero su mirada lo decía todo, en cuanto aparecía por la puerta sólo me dijo coge las maletas y vete, yo ya no puedo más. Ahí fue cuando pensé que o bien me trataba o la perdía para siempre, es muy duro que la mujer a la quieres te mires con esos ojos de desesperación y agotamiento, estaba destrozando nuestras vidas. Y aun así… todavía seguí consumiendo. Estaba tirando mi vida por la borda y lo mejor que se me ocurrió, mientras lloraba pensando en que todo se había acabado, fue ponerme una raya antes de salir de casa”.

¿Seguiste consumiendo hasta venir a Tavad?

¡Hasta el día antes! La semana antes de venir aquí me puse hasta arriba, lo mío ya era un problema grave, iba a terminar muy mal, cada raya siempre me parecía pequeña, sólo quería ponerme más y más. De hecho estuve a punto echarme para atrás en el último momento, en el mismo parking de la Clínica el día que ingresaba. Uno de los psicólogos me tranquilizó, ese día estaba muy nervioso, y me convenció para entrar.

¿Cómo lo viviste? ¿Ese primer día y los días posteriores?

Cuando te explican en qué consiste todo el tratamiento de desintoxicación cocaína te entra miedo. La fase hospitalaria la viví como si pareciera que estuviera yendo a la guillotina, cuando llegas al hospital, te instalas en la habitación y comienzas a hablar con los médicos de Tavad, el psicólogo y la psiquiatra que te van explicando de nuevo el proceso; a mí me acojonó, al menos así lo viví yo. ¡Y lo fácil que es todo después! Yo iba con otra idea y resulta que en 48 horas  te puedes ir a tu casa. La necesidad de ayuda que yo tenía era tan grande… A las pocas horas de ponerme la inyección lo que sentía era BIENESTAR, no sé decirlo de otra manera.

¿Y cuando saliste del Hospital de Tavad, 48 de horas después de tu ingreso?

El primer mes reconozco que me he sentido, quizá, demasiado eufórico, por lo bien que te sientes y que no tienes ninguna gana de consumir, es bárbaro lo que te cambia el pensamiento en unas horas. Ahora me he relajado, estoy más tranquilo. Antes era muy nervioso, no te imaginas la paz interior que siento hoy y cuánto la echaba de menos

Hoy lo he dejado todo y no tengo el pensamiento de andar traficando con droga, hoy mis prioridades son otras. Me va muy bien como transportista, tengo mis hobbies y lo que estoy es disfrutando cada día de eso. Ahora lo que no sé es para qué quiero tanto dinero. Simplemente soy feliz, disfruto de lo que me da el día, de mi familia.

Por eso para mí ha sido tan importante encontrar a un centro de desintoxicación como Tavad. Es cierto que estuve consultando otros sitios pero me lo pintaban como una auténtica cárcel, ¿otra vez? Te quitan el móvil, no puedes hablar con tu familia, es todo demasiado restrictivo, y yo tenía claro que no iba a estar en otra cárcel. Mira lo que me pasó en cuanto salí de la cárcel, me fui directo a pillar. Aquí iba a ser exactamente lo mismo, es que eso ya lo he pasado, sabía que así no iba a funcionar. En Tavad no hay ningún trastorno de este tipo, te mandan a tu casa sin droga en tu cuerpo, te quitan las ganas de consumir, y te sientes bien contigo mismo. Tú estás con tu medicación, más luego las sesiones semanales de psicoterapia que te refuerzan y mírame, estoy perfecto. Yo no he tenido que cambiar nada, ha venido sólo. Hoy duermo. Soy libre. Lo que más me ha costado es dar el paso, venir y entrar en Tavad, para mí en su momento fue un sacrificio, ese día estaba como un niño pequeño, no quería, era como si con 40 años fueran a quitármelo todo cuando en realidad es al revés, me lo habéis devuelto todo. En el día a día de hoy me doy más cuenta todavía. Por eso te digo lo de los otros centros. Es como una cárcel, ¿Pero y qué pasa cuando sales de ahí? Te vas directo porque te lo quitan todo, en Tavad sigues con tu vida, tu realidad, no cambias nada de eso”

'TAVAD te manda a casa sin droga en tu cuerpo, te quitan las ganas de consumir, te sientes bien' Clic para tuitear

¿Cómo es hoy tu vida, la relación con tu mujer ha mejorado?

“Mi mujer estaba exhausta antes de entrar en Tavad, no sé cómo ha aguantado tanto. Y tenía muchísimo miedo por lo que iba a pasar cuando saliera, pero ahora como me dice ella: “Estás en cuarentena”, aunque sabe que puede confiar mí, mi forma de actuar ha cambiado mucho. Antes no cogía el teléfono, desaparecía del mapa. Ahora estoy operativo a cualquier hora, hablo con mi mujer el tiempo que haga falta y ella me ve bien”

“Tampoco ha sido fácil, las primeras semanas ella estaba muy encima, compró hasta unas tiritas en la farmacia para ver si había consumido algo. Ahí está la caja, sin abrir, no la ha necesitado para saber que no he vuelto. Soy un drogadicto, eso lo sé pero también vivo teniendo claro que no voy a volver a caer, cómo puedes llegar a tocar de fondo de esa manera… He vuelto a nacer, lo bonita que puede llegar a ser la vida, desde que me levanto, disfruto.  Sin ayuda yo no hubiera salido. Personalmente creo que es muy difícil salir y vosotros lo ponéis muy fácil, normal que mucha gente no se lo crea. Yo diría que incluso es más fácil que lo que contáis. A las pocas horas de ponerme la primera inyección, noté un ligero mareo y sin darme cuenta me sorprendí a mí mismo pensando: ahora sí”.

Sigue leyendo

Únete a la conversación

16 comentarios

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Sigue leyendo

  1. En hora buena Alfredo, has sido muy valiente, Se que es muy difícil salir de una enfermedad así y que hace falta de un equipo para hacerlo: médicos, psicólogos y la familia pero, sobre todo, hace falta la fuerza, la confianza y el valor del que la tiene y en hora buena al equipo de TAVAD que ha llevado tu caso. Felicidades

  2. Tu relato parece irreal, pero es la vida misma de un adicto y sus familiares. Y el proceso de rehabilitación que has seguido en el hospital también lo parece, porque con eso consumos y estilo de vida ¡¡¡…es muy difícil que en tan pocos días te hayas recuperado.Felicidades por tu nuevo nacimiento ¡¡¡ y por el tratamiento que has seguido ¡¡¡.

  3. Pues Alfredo si tienes tan claro que no vas a volver a consumir ,yo creo que ya has ganado la partida a la adiccion,ademas y esto no hace falta que te lo diga nadie , tienes una algo nievo de lo que disfrutar que no es otra cosa si no tu mujer, seguro que ella se sentira orgullosa de ti e ilusionada con volver a empezar una nueva vida a tu lado

  4. Carai! Cuando lo dabas todo casi por perdido, reaccionas ante lo que más quieres, pues esa persona no puede más. La motivación es una súper arma para engancharse a la vida. Disfruta de tu nueva vida!

  5. increíble que no pudieses desengancharte de la droga aún dejándote tal cantidad de dinero!! y todo por empezar poco a poco y no ser consciente… da mucho en qué pensar eso. De todos modos enhorabuena por lograrlo y por tu nueva vida.

  6. son ganas de vivir, yo recuerdo tener los nervios a florde piel siempre antes de ir a pillar, ese estado de felicidad loca al segundo de tenerla en el bolsillo y esa sensacion de relajacion con la primera raya… Y tambien me acuerdo de cuando se terminabam, de esa bajadilla que entraban ganas de tirarte por la ventana por no poder soportarlo y el vacio… de lo solo que terminas, que suerte has tenidoi amigo

  7. Me emociona leer esta historia y el ejemplo que nos da….como disfruta de las pequeñas cosas y de lo verdaderamente importante. Se ha librado de un final probablemente muy trágico y debería estar orgulloso. Es todo un ejemplo…enhorabuena! Ahora y siempre si!!

  8. Lo que me sorprende es la cantidad de dinero diario que se dejaba este hombre, la verdad que es increible que después de 48h y tomando lo que tomaba salga tan bien. Espero no estar nunca en esa situación pero ya se dónde acabaré. ¡Enhorabuena a él y a vosotros!

  9. Qué historia más cruda y más real! He pensado en tantas personas que desaparecen y hacen sentir responsables a sus seres queridos. Felicidades y a vivir!!!

  10. Seguro que eres capaz de mantener ese estado de Paz y fortaleza el resto de tu vida, y seguro que tambien ahora estás dispuesto a hacer curriculum en las verdaderas cosas de la vida que merecen la pena, y que hay que cuidar. Muchas gracias por tu ejemplo de cambio.

  11. Qué gratificante es poder ver que se puede, gratificante para los profesionales, pero sobre todo, gratificante para ti, por volver a dar sentido a tu vida,
    enhorabuena!!!

  12. Felicidades por la decisión que has tomado, recuerda que en anteriores ocasiones te autoengañabas, seguías las llamadas creencias facilitadoras, te engañas pensando que solo será una vez o solo 1/2 gramo. Que disparate, pensar que se puede controlar una adicción desde el consumo. Pero eso, al menos, ya lo sabes. Aún tienes una vida para vivir la con dignidad. Lo dicho, FELICIDADES

  13. Qué bien has hecho al ponerte en tratamiento… a ti, a tu mujer, a tu familia… Disfruta cada día con los tuyos. Estar rodeado de gente que te aprecia, te valora de verdad y se preocupa por ti es grande y gratificante, aprovéchalo y cuida de tu mujer, otra superviviente y luchadora como tú 😉
    Es curioso leer las historias de los pacientes, cómo cada uno vive y explica el tratamiento a su manera pero con un punto clave en común: vuelven a nacer, es como una liberación para ellos. Simplemente genial

  14. Haber pasado por la carcel tiene que dejar huella, habrá influido en tu decision de romper con todo eso… Es increible lo que se puede llegar a depender de una sustancia. Mucho valor que habrás sacado de donde has podido para salir de ese pozo. Que sigas con ese bienestar, que dure y te hagas fuerte