Celebrities y Drogas

Actrices, actores y directores con problemas de adicción

¿Qué pasaría si tuvieras 20 años y contaras con una fortuna de millones de dólares en tu bolsillo? ¿Qué es lo primero que se te ocurriría hacer?. Puede que en un principio se nos pasen varias ideas nobles por nuestra mente, pero a la larga, ¿podríamos perder la cabeza?
A ellos, les ha pasado, muchas de estas celebrities han tenido el mundo a sus pies desde edades muy tempranas, algunos incluso hasta en la adolescencia. Y aunque, en varios casos sean los padres quienes “ administren” de forma responsable el dinero de su lucero, no están exentos de que finalmente no puedan controlar lo que la fama les cuesta. Un precio que han pagado incluso con sus vidas, como es el caso de Whitney Houston. La voz negra de América amante irremediable del crack, o la misma Amy Winehouse, con sólo 27 años se declaró incomprendida por la masa de fans, cantó Rehab y le dijo al mundo que no le daba la gana de rehabilitarse. Y no es un tópico, la adicción a las drogas y la fama siguen caminando juntas de la mano, belleza y “glamour” unidos a una cartera sin fondo. Justin Bieber es el vivo ejemplo de ello, según las últimas noticias, pero hay muchos más. Quién esté libre de pecado que tire la primera piedra.

Fortunas incontroladas y éxito, augurio de vidas vacías

Una celebrity adicta reciente la tenemos en el archiconocido cantante del tema “Gangnam Style”. Encontramos su baile del caballo hasta en la sopa. Las últimas declaraciones de PSY en el diario “The Sunday Times” recuerda lo que significa ser famoso de repente. El surcoreano reconoce que tiene problemas con el alcohol. “Bebo cuando estoy contento, cuando estoy triste, cuando hace sol y cuando llueve”.

A la pregunta del periodista,¿cuando no bebes?, Psy respondió, “cuando estoy de resaca”. Lo admite sin problemas, aunque si se mira con perspectiva, llegar a ser el “artista” que más dinero se han embolsado y decir que “el vodka es su mejor amigo”, poco tiene que ver con el éxito, propiamente dicho.

Esta frase, también fue acuñada por la niña mala de Hollywood Lindsay Lohan. Otra celebrity drogadicta. La controvertida actriz, ex-estrella de Disney, pasó de un mundo de hadas a lugares más oscuros. Cocaína, alcohol y Adderall una potente droga legal que tomaba desde pequeña para controlar su deficit de atención, harían su futuro añicos. Lilo ha pasado seis veces por rehabilitación y sus amigos aseguran que es su obsesión por estar delgada junto con “sus tóxicos asistentes y colegas” lo que la ha llevado a ser una muñeca rota. Ahora, Lohan intenta reconstruir su vida, según la revista digital TZM.

Kirsten Dunst, la novia de Spiderman, actriz reconocida por sus conseguidas interpretaciones, confirma que “empezó a beber alcohol porque tenía dinero para dar y regalar y le gustaban la fiestas, ¿y quién no a esa edad?, no es para tanto”. Declara además, que “Hollywood y las drogas van en el mismo paquete”. Otra celebrity del star system, Brad Pitt, confesó en la revista Esquire, “que de no haber sido por su mujer Angelina Jolie, su vida iba directa al precipicio”. Pitt explica, “era una especie de vagabundo, un chico que creció en el vacío”. Charlie Sheen, adicto a la cocaína y Mel Gibson han comunicado, también, públicamente su deseo de dejar las drogas. Son los ejemplos más reciente que han salido a la luz, pero, ¿y en España?

La actriz, Concha Velasco, ha resaltado que en “una etapa de su vida sufrió depresiones y llegó a ser alcohólica”, en una entrevista publicada en la revista AISGE. El director de cine, Eloy de la Iglesia se enganchó a la heroína durante el rodaje de la primera parte de “El Pico”. Los actores que eligió eran heroinómanos reales. Melanie Griffith, actriz y esposa de Banderas, acudió a un centro de desintoxicación por su adicción a los psicofármacos y al alcohol. Faltan nombres, pero en nuestro país, existe mayor secretismo que en Hollywood.

¿Es esto el éxito?

Cabe preguntarse si Concha Velasco pensaba que el éxito empezaría a oler a alcohol. Tampoco sabemos si Kirsten Dunst o Lilo, se imaginaron que “triunfar en la vida” tenía que ver con terminar postrada en una camilla de hospital. Han sido queridos, deseados y admirados, pero, ¿por quiénes? Todos tienen en común el frenético deseo de llenar con fiestas cierto vacío existencial, soledad y habitaciones de hoteles frías. La felicidad prometida, es bien distinta parece. Porque, al fin y al cabo ¿qué es el éxito?

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