Las setas alucinógenas podrían combatir la depresión

Las setas alucinógenas podrían aliviar los síntomas de la depresión según apuntan las recientes investigaciones del profesor David Nutt.

El ingrediente psicodélico en los hongos “mágicos”, la psilocibina ha demostrado tener el potencial de curar los estados graves de depresión en personas que no responden a los tradicionales antidepresivos.

La psilocibina, una de las drogas más peligrosas

Sin embargo, la psilocibina es ilegal en Reino Unido. La convención de las Naciones Unidas de 1971 sobre Sustancias Psicotrópicas la clasifica como una droga de la lista 1, lo que quiere decir que tiene un alto potencial de riesgo de abuso sin prescripción médica y una de las drogas más peligrosas. La legislación actual no acompaña a las intenciones del profesor Nutt por lo que la investigación se está viendo retrasada. Se necesitaría una licencia especial para utilizar los hongos “ mágicos”. La fabricación sintética de la psilocibina para para pacientes está, además, estrechamente controlada por las regulaciones de la UE.

A la espera de juicio

David Nutt, presidente de la Asociación Británica de Neurociencias y profesor de Neuropsicofarmacología en el Imperial College se encuentra, en estos momentos, a la espera de juicio en Inglaterra con el fin de que cambien la normativa para empezar a investigar, en una clínica y de forma oficial, los efectos beneficiosos que ha demostrado su investigación.
Nutt asegura que está inmerso en una difícil tarea. «La ley para el control de drogas como la psilocibina hace que sea casi imposible utilizarlos para la investigación y la razón por la que no hemos comenzado el estudio se debe a la búsqueda de empresas que podían fabricar la droga y que están dispuestas a pasar por los aros reglamentarios para obtener la licencia, que puede tomar hasta un año y el triple del precio.

¿Una legislación pasada de moda?

El neurocientífico no puede creer los motivos que obligan al retraso de una investigación que considera crucial en el ámbito de los antidepresivos, viéndose entorpecida por “una legislación primitiva que impide utilizar sustancias como la psilocibina a pesar de su enorme potencial terapéutico”. El investigador confirma que este efecto dominó “produce un profundo deterioro de la investigación para el ensayo clínico”, además, añade que “vivimos en un mundo de locos en cuanto a la regulación de las drogas en la actualidad”, “todo se ve empantanado; si usted tiene una buena idea nunca podrá llevarla a la clínica”.

Desconectando el cerebro

El profesor Nutt y su equipo del Imperial College de Londres (Reino Unido) han demostrado que cuando a los voluntarios sanos se les inyecta la psilocibina, la droga desconecta una parte frontal del cerebro llamada la corteza cingulada anterior. «Hemos encontrado que, incluso en personas normales, más de una parte del cerebro se apagó bajo la influencia de la droga, sintiéndose mucho mejor dos semanas después. Así que había una relación entre esa transitoria desconexión del circuito cerebral y su posterior estado de ánimo. Ésta es la base sobre la que se quiere ejecutar la prueba. La psicocibilina apagaría la parte del cerebro más activa y hace que el paciente mantenga una baja autoestima.
De momento, Nutt tendrá que seguir a la espera de que la celebración de juicio siempre y cuando encuentre un fabricante de la droga.

¿Y tú, qué opinas?¿Podemos usar drogas psicodélicas para tratar depresiones? ¿Cuál es tu postura en este debate? ¿Estás de acuerdo con el profesor Nutt?

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