«¿Por qué tanta hipocresía?»

«Hola. Os voy a resumir en breves líneas la situación actual que ‘padezco’ en casa, concretamente con un miembro de mi familia, mi padre.

Soy consumidor de diversas drogas desde hace varios años (opiáceos, visionarios y muy de vez en cuando estimulantes), y concretamente consumo hachis a diario.

Ya que nunca he recibido educación concreta en materia de drogas por parte de mis progenitores, fui yo quien tomé la iniciativa de informarme, y a través de medios como Internet y diversas publicaciones escritas fui adquiriendo conocimiento acerca de los mecanismos de distintas drogas, sus efectos, la manera de gestionar un buen uso de las mismas, etc.

Hasta el momento no he tenido problemas derivados de mis usos, a excepción de casos puntuales de sobredosificación con el alcohol etílico. Pues bien. El verdadero problema llega un día en el que le comento a mi padre que soy consumidor de diversas sustancias, etc., puesto que considero que continuar con ese tabú respecto al ‘tema drogas’ resultaba absurdo.

Mi padre se conmovió, comenzó a proferir improperios acerca de los consumidores de drogas -ilegales, por supuesto-, diciendo que «la droga» mata -excluyendo, claro está, tabaco y alcohol, dos de las sustancias que él consume a diario-, y demás soflamas más típicas de la propaganda mediática que de un individuo sensato.

Pues bien, a partir de ese momento, mi padre diariamente se dedica a reprocharme mis actos, que si «no sabes lo que haces», que si «estás echando a perder tu vida». Y sinceramente, es algo que me preocupa, y que me está causando cierto malestar y agobio. Mis resultados en los estudios están siendo peores, y es algo que acacho directamente al conflicto que tuve y sigo teniendo con mi padre, en cuanto al consumo de algunas drogas (las que él no aprueba).

Comento esto, porque creo que no soy el único en esta situación. Creo, sinceramente, que muchas más veces de las que se piensan, el verdadero conflicto en el ‘tema drogas’ no viene motivado por el consumo en sí, sino por la reacción -en muchos casos absurda, intolerante e insensata- por parte del entorno más cercano al consumidor, que en este caso soy yo. De nada valen los argumentos, ni la sensatez, ni el respeto, para una persona que está anclada en los clásicos topicazos del «droga mala, droga mata».

Y, por mi parte, sé que él es el unico responsable de pensar así y no replantearlo todo, pero por otra parte también sé que probablemente haya terminado pensando así por tanta campaña desinformativa y alarmante por parte de los medios. Y yo me pregunto, ¿cómo se supone que vamos a educar a «nuestros hijos» o a los más jóvenes, si los «adultos» piensan así? ¿Cómo es posible educar en la libertad y la responsabilidad si uno encuentra en su entorno más cercano -y por tanto, el que más influencia trae- patrones de conducta y pensamiento totalmente contrarios a estos? Ahí queda eso.

Me gustaría que me publicarais este escrito, porque creo que puede dar que pensar a muchos otros jóvenes que se encuentran a diario con la misma intolerancia e insensatez, y la misma hipocresía de quienes -en teoría- deberían de actuar del modo contrario, con respeto, cariño y comprensión».

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12 comentarios

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  1. es mas facil que se desequilibre la balanza en nuestra contra. y lo peor de todo es que cuando esto sucede seguimos creyendo que la balanza sigue nivelada. quisiera saber como se puede mostrar la realidad a alguien que ha perdido el norte por completo. no oye, no entiende, no piensa, … no le gusta su vida y no puede encontrar una solucion porque no la busca. no la necesita segun su nocion de la realidad.

  2. ¿es que no conoces a nadie que haya perdido el control de su vida por hundirse en la mas absoluta perdida de su voluntad por el consumo diario e incontrolado, por ejemplo, de la cocaina? tirar por la borda trabajo, amigos de siempre, pisotear y chantajear a sus padres, desprenderse de todo el afecto y sobrepasar kilometricamente sus posibilidades economicas, entrampandose en los bares tambien con un problema asociado de alcoholismo y ver como dia a dia, su cuerpo no le responde, tiemblan las manos continuamente, deterioro total fisico, vomitando continuamente el poco alimento solido que ingiere,… podria seguir. ESTO CON 27 AÑOS. ES MI HERMANO Y SE MATA POCO A POCO.

  3. Confundes «instinto autodestructivo» (¿comorr??) con hábito placentero. No es el hábito el que mata, sino el comportamiento más o menos destructivo (aquí si) el que puede desequilibrar la balanza y hacer que esos hábitos/consumos placenteros lleguen a perjudicarnos más que a beneficiarnos. Será entonces cuando habrá que reflexionar, y proponerse un cambio de hábitos.

    Como decíuan por ahí, un hábito no se destruye o se deja, se reemplaza. Así es.

  4. Kreo que un modo u otr el ser humano adquiere el instinto de autodestrucciòn en algun momento dado de su vida y deja atràs el de supervivencia, por el cual la mayoria aboga, nos destruimos con guerras, nos destruimos con grasasque cubren el corazon, alteran la digestiòn,adquirirmos los famosos colones irritables, la acides, le subimos al colesterol al màximo y nos hacemos hipertensos con la sal exagerada, y claro siempre el que cocina es el responsable, el cerdo graciento que me vendiò el carnicero en fin, lo mismo nos sucede con las drogas decidimos consumirlas, indistintamente si tus padres o tus mejores amigos lo hacen o lo hicieron, de que libertad estamos hablando de la libertad de autodestruirnos? genial, todos la poseemos, pero no todos abusamos de ella, donde esta la hipocrecia del este asunto? para mi modo de ver las cosas està en el NO QUERER MORIR, solo quiero consumir, y me siento en esta libertad entre comillas, (porque quien menos libre que aquel que se vuelve adicto) esperando no caer en una sobredosis, no caer en manos de un narco salvaje que me mate por deberle unos billetes, no has drama en consumir psicoactivos por supuesto que no, el drama esta en la adicciòn, que me priva de toda libertad incluso de la libertad de vivir.
    No morimos de verguenza, morimos de inconciencia

  5. «más aún sabiendo que el consumo de psicoactivos no es algo de lo que uno se deba avergonzar.»

    Esa es la clave. A ver si de una vez por todas hacemos como con el sexo, suprimir tabúes en lo referente al consumo de drogas. Al igual que follar, masturbarse o darse por el culo son actos normalizados y de los que nadie se escandalizaría (a excepción de ‘los de siempre’), lo mismo debería ocurrir para el consumo de psicoactivos.

    A esto se le llama Normalización. Y es algo que, tarde o temprano, deberá ocurrir. Afortunadamente.

  6. Ser sincero con una persona para mí no significa contarle todo aquello que atañe a mi vida, ariadna, sino hacerle saber que hay cosas que se pueden llegar a estar ocultando – para mí eso es sinceridad-. Si conté a mis padres todo este tinglado es por que me parecía un asunto demasiado importante como para omitirlo; más aún sabiendo que el consumo de psicoactivos no es algo de lo que uno se deba avergonzar.

    Por otra parte y en último lugar celebro que hayas llegado a esa conclusión. Saludos.

    Voy a fumarme un petilla pa´celebrarlo. 😉

  7. Sabeis he estado pensando acerca de este tema y he llegado a la siguiente conclusión, ser sincero con los demás no implica que lo que les cuentes acerca de ti o de ellos les guste y lo aprueben.

    Tú has ejercido tu derecho apelando a que no quieres ser hipocrita, y ellos tienen perfecto derecho a reprobar tu comportamiento o mejor a que no les guste.

    besos

  8. ananke, alguien en este foro dijo, y creo que eras tú: «lo que tú decides vale lo mismo que lo que lo demás piensan que es mejor para tí.», esta frase me encanto, y tienes toda la razón en lo que dices pero lo que intento decirte es que tiene también que funcionar la empatia de el hacía ellos, que es complicado que sientan tolerancia o respeto hacía algo que no entienden.

    y si, existe hipocresia, y doble moral, y si tienes razón en pensar que cuando te piden ser sincero hay que serlo del todo y ellos respetarlo, pero hay cosas, pensamiento, aprendizajes, mentalidades con las que no se puede luchar.

    sólo intentaba decir eso.

    y vuelvo a repetir, que me parece un acto coherente, y valiente.

    saludos.

  9. «…no estoy muy deacuerdo en ciertas formas de sinceridad…»

    Si tus padres te piden sinceridad lo más coherente que puedes hacer es dársela.

    «…lo complicado que puede ser que les hagas cambiar de opinión, ponte en su lugar.»

    ¿Cambiar de opinión?. No se habla de aceptación sino de tolerancia, Ariadna. Lo que en un principio puede parecer un intento de convencer, no es otra cosa que un ejercicio de respeto. Y eso es lo que hay que entender.

    Saludos Tetradidrocannábicos.

  10. Rompo una lanza a favor de tus padres:

    Estas pidiendo que ellos se pongan en tu lugar, y explicarles que lo haces de una forma controlada, por decisión propia, que no te hace daño, y que además estás haciendo uso de tu libertad para hacerlo.

    Creo que tú también deberías ponerte en su lugar, y entender lo complicado que les puede resultar que tu les digas esto de una forma tan natural, tienes razón al decir que el también utiliza drogas,» esas legales», que utilizamos mucha gente, pero por desgracia, somos absolutamente hipocritas en pensar que lo nuestro es lo bueno, y que lo malo es lo que hacen los demás.

    Me imagino que además ellos estarán acojonados, pensando que puedes engancharte que vas a destruir tu vida y eso todavía empeora las cosas.

    no estoy muy deacuerdo en ciertas formas de sinceridad, unas veces porque hacen daño, y otras porque te complican la vida. (cobardía o incoherencia quizá , o a lo mejor he aprendido que hay cosas imposibles de cambiar)

    No obstante te admiro, me parece súper coherente lo que has hecho, pero por un momento piensa en la educación mentalidad, miedo, desinformación y lo complicado que puede ser que les hagas cambiar de opinión, ponte en su lugar.

    Un saludo,

  11. Estoy completamente con de acuerdo con vosotros, pero hay que conocer una cosa y es que hay momentos y momentos de consumo, unos son porque si porque me apetece y punto y otras muchas una liberación a toda la mierda que nos comemos, nos enteremos o no, dia a dia.

    Saludos placenteros desde el ex-

    Muaks

  12. Hola David:
    Es de suponer que casos afines siempre habrá, lo difícil es encontrarte con ellos. En este caso, nuestro caso – valga la redundancia- es el mismo o muy similar.

    Son interesantes las cuestiones que planteas, aunque ya imaginarás que no me son novedosas. Esas preguntas que te haces también me las hago yo.

    Tal vez te hayan llegado a acusar de ir buscando notoriedad tras sincerarte sobre tus consumos o de tener un problema de fondo que te lleve a consumir “drogas”. ¿Porqué “siempre” tiene que existir un problema aunque sea de fondo?. Yo no estoy deprimido ni me drogo para dejar de estarlo. Es cuestión de apetencias como puede ser ver la tele, leer un libro, escuchar música, salir a pasear, conversar con las amistades, conectarte a internet, dedicarte tiempo a cultivar tu opio, tu marihuana, o tu rosal. Las apetencias y los gozos se puede disfrutar desde muy diversas formas y eso nadie debería de arrebatártelo, o, al menos, intentarlo.

    Saludos Tetrahidrocannábicos, David.

    Aquí podremos continuar con este asunto que sirve como precursor a una nueva manera de manifestarse contra toda esta insidiosa manipulación informativa – sin ánimo de ofender-.