Droga en tus Huellas sin Consumirlas

¿Sabías que 1 de cada 10 personas tiene rastros de cocaína o heroína en las yemas de sus dedos?

No necesitas consumir drogas para entrar en contacto con ellas. Según un estudio reciente, un 13% de los voluntarios analizados tenían trazas de cocaína o heroína en sus huellas dactilares, ¡a pesar de nunca haberlas consumido! ¿Cómo es posible? La respuesta está en los factores ambientales, principalmente en el manejo de billetes.

Las drogas están estrechamente ligadas al dinero: tanto traficantes como consumidores manipulan billetes, lo que permite que diminutos rastros de estas sustancias circulen por la red de efectivo. Aunque ya se conocía este tipo de contaminación ambiental, los investigadores se sorprendieron al descubrir que es tan común.

¿Qué significa esto para las pruebas forenses?

El hallazgo tiene importantes implicaciones, especialmente para las investigaciones policiales. Un simple análisis de huellas dactilares podría ayudar a distinguir entre quienes realmente consumen drogas y quienes simplemente han estado expuestos a ellas a través de su entorno. Esto sería un gran avance para las agencias de seguridad, al eliminar la posibilidad de falsos positivos en los análisis.

Según Melanie Bailey, investigadora de la Universidad de Surrey en el Reino Unido, "la cocaína es un contaminante ambiental muy común y es bien sabido que está presente en muchos billetes. Aun así, nos sorprendió encontrarla en tantas muestras de huellas dactilares".

El estudio detrás del descubrimiento

El equipo de investigación tomó muestras de huellas dactilares de 50 personas que nunca habían consumido drogas. Los resultados revelaron que más de 1 de cada 10 de estas personas tenían trazas de sustancias ilegales en sus dedos, siendo la cocaína la más frecuente.

Aunque estas cantidades eran diminutas, el hecho de que existan plantea retos para los forenses, quienes necesitan diferenciar entre contaminación ambiental y consumo real de drogas. Bailey explicó que algunos de los participantes podrían haber estado en contacto con personas que consumen drogas o en entornos donde estas sustancias se utilizaban, lo que aumenta la probabilidad de contaminación indirecta.

Una solución prometedora

Los investigadores han desarrollado un método que podría identificar con precisión a quienes consumen drogas. ¿Cómo funciona? Los consumidores tienden a tener mayores cantidades de estas sustancias en sus dedos, no solo por el contacto directo con las drogas, sino también porque los metabolitos, o subproductos, se eliminan a través del sudor de los poros.

El equipo probó este método después de que los participantes se lavaran las manos y tras interacciones como un apretón de manos entre consumidores y no consumidores. Luego, compararon las muestras de los no consumidores con las de 13 usuarios de cocaína y 12 de heroína. Esto les permitió establecer un umbral: un nivel de traza tan alto que no puede explicarse solo por la exposición ambiental.

Bailey señala: "Al establecer un umbral de significancia en las pruebas de huellas, podemos garantizar que los resultados no se vean afectados por actividades cotidianas, como manejar dinero o dar la mano a alguien que ha consumido drogas".

Ventajas del análisis de huellas dactilares

El análisis de huellas dactilares tiene varias ventajas sobre otros métodos tradicionales de detección de drogas:

  • No es invasivo: No requiere muestras de sangre, orina o cabello.
  • Rápido y fácil de recolectar: Las huellas se toman en segundos.
  • Identificación precisa: La muestra también puede vincularse al individuo que la dejó.

Mahado Ismail, otra investigadora del equipo, destacó que este método puede agregar una capa más robusta a las pruebas forenses de detección de drogas.

¿Cuál es el próximo paso en esta investigación?

Aunque el tamaño de la muestra del estudio fue pequeño, es el primer paso hacia el desarrollo de pruebas de huellas que puedan complementar o incluso reemplazar las pruebas de drogas existentes, tanto en laboratorios policiales como en entornos laborales.

Este avance no solo ayuda a evitar falsos positivos, sino que también ofrece una alternativa práctica y precisa para identificar el consumo de sustancias ilícitas. En el futuro, este tipo de tecnología podría ser un estándar en el ámbito forense, marcando un antes y un después en la manera en que abordamos la detección de drogas.

Conclusión

El contacto con trazas de drogas es más común de lo que pensamos, pero no siempre indica consumo. Gracias a los avances en análisis de huellas dactilares, ahora es posible distinguir entre contaminación ambiental y consumo real, ofreciendo una herramienta prometedora y revolucionaria para el ámbito forense.

Fuente

Sigue leyendo

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *