¿Las Drogas Más Peligrosas? No Son Las Que Crees

El peligro del alcohol y el tabaco

Cuando pensamos en drogas adictivas, solemos imaginar sustancias como la cocaína o la heroína, pero un nuevo informe revela que el verdadero peligro podría estar en las drogas que consumimos de forma cotidiana: el alcohol y el tabaco. Estos dos productos, aunque legales y ampliamente aceptados en la sociedad, son responsables de más daño en términos de salud y calidad de vida que muchas drogas ilegales.

Según el estudio realizado por la Society for the Study of Addiction en el Reino Unido, el consumo excesivo de alcohol y tabaco está causando que perdamos un cuarto de billón de años de vida saludable en conjunto. Esto no solo significa años de vida perdidos debido a enfermedades como el cáncer y problemas cardiovasculares, sino también años vividos con una salud deteriorada y una menor calidad de vida.

El costo de lo "aceptable"

Este impacto no significa que una cerveza ocasional sea peor que consumir cocaína en una ocasión, pero cuando se observan los efectos a gran escala, el impacto del alcohol y el tabaco es abrumador. En promedio, fumar causa aproximadamente 110 muertes por cada 100,000 personas, mientras que el consumo de alcohol se asocia con 33 muertes, y las drogas ilegales, como la cocaína, con alrededor de 6,9 muertes en ese mismo grupo. Esto nos hace reflexionar sobre qué estamos considerando "normal" y "aceptable" en cuanto a sustancias que afectan a nuestra salud.

Consecuencias ocultas

Aparte de las enfermedades, el impacto del alcohol y el tabaco también se refleja en los costos económicos y sociales: los sistemas de salud gastan enormes sumas en tratar enfermedades relacionadas, mientras que los efectos de estos hábitos también se extienden a la productividad laboral, la seguridad social y hasta los problemas legales. Los investigadores subrayan que estimar el uso de estas sustancias y sus consecuencias es crucial para entender el verdadero alcance del problema y para mejorar las políticas de salud pública.

La situación en números

Este informe revelador destaca que el 15% de los adultos fuman regularmente, y más del 20% de los adultos reportaron un consumo excesivo de alcohol en el último mes. En comparación, el uso de drogas ilícitas es menor, con el cannabis liderando esta lista al ser utilizado por menos del 5% de las personas en promedio. Curiosamente, Europa se encuentra entre las regiones con mayores índices de consumo de alcohol y tabaco, lo que sugiere que allí los hábitos sociales también están impulsando esta problemática.

¿Podemos cambiar el rumbo?

Aunque los datos pueden tener ciertas limitaciones, debido a la falta de información precisa en algunas regiones del mundo, este estudio es uno de los más completos hasta la fecha. Los autores esperan que sus hallazgos impulsen políticas de salud más estrictas y aumenten la educación en torno a los riesgos de estas sustancias.

Al final, el mensaje es claro: solo porque el alcohol y el tabaco sean culturalmente aceptados y legales no significa que no sean dañinos. La normalización de su uso nos lleva a subestimar los riesgos que implican y, por ende, a minimizar sus consecuencias. Si realmente queremos reducir la mortalidad y mejorar la salud pública, debemos replantearnos la relación cultural que tenemos con estas sustancias.

Tal como lo mencionó uno de los investigadores principales del estudio, "si queremos reducir las tasas de mortalidad de verdad, tenemos que enfrentar la normalidad cultural del consumo de tabaco y alcohol."

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