La Neuroadaptación
Para que una persona se haga adicta, las neuronas tienen que modificarse y sus funciones y conexiones han de sufrir cambios, algunos de los cuales son muy importantes y duraderos. De ahí, que se produzcan variaciones en la forma de pensar, de sentir y de comportarse que al fin y al cabo son un reflejo de las modificaciones que ocurren en el cerebro.
Además, el consumo prolongado de sustancias puede producir daños y pérdidas neuronales que hacen que el grosor de la corteza cerebral sea significativamente menor en personas dependientes de sustancias que en las no dependientes.
A pesar de que las regiones cerebrales afectadas no son las mismas para las personas dependientes de alcohol que para los adictos a la cocaína, sí existen algunas áreas afectadas compartidas entre las diferentes adicciones como, por ejemplo, el menor grosor cortical de la ínsula, del córtex parietal inferior izquierdo o la corteza orbitofrontal derecha.
Nos referimos con neuroadaptación o neuroregulación al proceso de recuperación de las neuronas que han sido modificadas y dañadas por el consumo de drogas. Esta recuperación reactiva el funcionamiento de las neuronas y de los procesos de los que son responsables tales como la toma de decisiones, la memoria, la atención, la conciencia, los valores morales, etc.
Esta disposición de cambio o plasticidad la mantiene el cerebro a lo largo de toda la vida y se fundamenta en una capacidad de reorganización de sus conexiones, así como en la producción de nuevas neuronas. Hoy en día un considerable número de artículos científicos van ampliando este campo de conocimiento:
- Mejora de la memoria en adultos sanos utilizando un programa de entrenamiento basado en la plasticidad neuronal.
- Regulación de la neurogénesis en adultos por estrés, alteración del sueño y ejercicio.
- Evidencia sobre la generación de neuronas en el cerebro humano adulto.
- Revisión sobre asociaciones neuronales en las adicciones y su vinculación a la plasticidad del estriado inducida por las drogas y la metaplasticidad inducida por estímulos asociados.
Muchos pacientes y familiares aún piensan que los cambios de comportamiento y de pensamiento que ocurren cuando se comienza a consumir y aún cuando se lleva mucho tiempo consumiendo, son ‘sólo psicológicos’. Lo cierto es que lo psicológico tiene una base biológica. Por eso, los cambios que ocurren en la adicción son cambios en el cerebro que se manifiestan en lo psicológico.
Por múltiples motivos, entre ellos el desconocimiento y la propia naturaleza humana, cometemos errores de juicio. Es por eso por lo que muchas personas, jóvenes y adultas, no valoran adecuadamente que el consumo de drogas modifica físicamente el cerebro y que en algunos casos estas modificaciones son lo suficientemente importantes como para dañar seriamente la salud y pasar a ser difícilmente reversibles. De hecho, la edad y la cantidad de consumo se han asociado a una menor recuperación del volumen de materia gris del lóbulo frontal.
Plasticidad Neuronal
Evidencia Científica
Mejoría Memoria
Regulación Neurogénesis
Técnicas de Neuroimagen
Desde finales de los años 90 en TAVAD hemos utilizado técnicas de neuroimagen para estudiar los cambios cerebrales que se producen como consecuencia de nuestros tratamientos y del abandono del consumo de drogas tales como la cocaína, el alcohol, la heroína y la metadona.
Nuestros primeros estudios de neuroimagen fueron realizados con Tomografía por Emisión de Positrones (PET) en los años 90 y en la actualidad hemos mejorado esta línea de exploración clínica con estudios realizados en varios de nuestros pacientes mediante otra técnica de neuroimagen, la Resonancia Magnética de Cerebro (RMC) que permite ver cambios en el volumen de diferentes estructuras cerebrales.
Los cambios que hemos detectado con RMC, y que sabemos que se están produciendo en nuestros pacientes, son muy alentadores. A continuación, mostramos un ejemplo con imágenes de los cambios generados en el volumen del cerebro de alguno de nuestros pacientes.
Resultado de la morfometría al ingreso
Paciente X, 45 años, 24 unidades de alcohol al día
Resultado de la morfometría al mes
Paciente X, 45 años, sin consumo desde el tratamiento