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17 comentarios

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  1. Las drogas estan acabando con mi vida y hace 8 años pensaba que habia hecho el mejor descubrimiento de mi vida, me queria comer el mundo pero al final el mundo me está comiendo a mi, las drogas te destruyen lentamente y a largo plazo nadie las pueden controlar. Un saludo de un cocainomano que cada vez ve mas dificil salir de esto.

  2. Una historia que viene al caso de lo que dice Daniel

    «También durante la era Reagan, el NIDA publicó lo que puede denominarse como un memorando sobre nomenclatura. En el documento figuraba una columna en la que se detallaban los términos que a partir de entonces quedaban prohibidos en las propuestas, informes y publicaciones financiadas por el NIDA, y otra con los términos correctos oficialmente aprobados. Uno de los términos prohibidos era ‘uso de drogas ilegales’, que debía ser sustituido por ‘abuso de drogas ilegales’, debido a que, como el memorando oportunamente explicaba, no puede darse el ‘uso’ de una sustancia ilegal. Si una sustancia no es legal, razonaban, cualquier consumo de la misma es por definición abusivo (…). Las nueva terminología ‘correcta’ no se derivaba de nuevos hallazgos científicos, sino de nuevas opciones políticas.»

    Bibliotecarios y la guerra contra las drogas

    Daniel, de ninguna droga ilegal -al menos de la que están en la lista I- se reconocen usos legítimos, por mucho que la marihuana lleve más de 5.000 años siendo usada, entre otras cosas, para paliar todo tipo de dolencias.

    Para la mayoría de la gente, «droga» es sinónimo de «droga ilegal». El chocolate, el té o el café ni siquiera se consideran drogas, aun cuando cumplen con todos los requisitos para clasificarlas como tales.

  3. Peor que eso, se refieren sólo al uso recreativo de drogas ilegales y es muy común escuchar «drogas, alcohol y tabaco» como si los dos últimos no fueran drogas.

    No cometamos el mismo error de los medios.

    SALUDOS!

  4. Vamos a tener que empezar a entender que cuando desde medios e instituciones se habla de ‘droga’, se están refiriendo al uso nocivo de la droga, no a su aplicación médica (que suelen llamar fármacos o medicamentos, aunque en inglés se siga usando ‘drugs’).

  5. Daniel (Com. TAVAD) dice:

    «Si la prohibición dejase paso a la legalización, supongo que estamos de acuerdo en que seguiría habiendo consumos adictivos que requerirían de un tratamiento o de alguna ayuda médica: ¿Dirías entonces que hay un entramado que se nutre de la legalización? »

    Diría entonces que lo que hay es lo justo y necesario, es decir, un sistema de salud asistencial para usuarios problemáticos (que más que ‘nutrirse de’ la legalización o la regulación, sería una parte esencial de esta).

    Con un margo regulado, el «problema» de las drogas se enmarcaría en un contexto exclusivamente sanitario, puesto que el resto de problemas asociados al consumo (o a la venta, o a la producción) nacen y mueren con la Prohibición. Anonimus lo expone con claridad en su mensaje.

  6. ¿”Terminar con la sustancia”? Con este tipo de conclusiones no me extraña que seas tan duro. Efectivamente, esto es una imbecilidad.

    Me alegro de que coincidamos en algo. No sé si has leído bien la cita que he puesto arriba, pero la intención de la ONU en 1961 era precisamente la de erradicar el opio para el año 1976 y el cannabis y la cocaína (incluida la hoja de coca) en 1984. Como las fechas para el fin del mundo de los Testigos de Jehová, las de la ONU también han vencido y se han prorrogado en multitud de ocasiones, y la nueva fecha mágica es el año 2008. Ya va siendo hora de que enviemos a estos mangantes a tomar viento, porque si no seremos nosotros los imbéciles, no ellos.

    Efectivamente, algunas de estas sustancias se usan en medicina, pero no todo lo que haría falta. En todo el mundo se infrautilizan los opiáceos y ni siquiera se reconocen la virtudes terapéuticas del cannabis, a pesar de que éste se viene utilizando desde hace miles de años para este tipo de propósitos. La industria farmacéutica necesita medicamentos patentables, y por eso se prefiere cualquier mierda por muchos efectos secundarios que produzca y siempre que esté patentada, antes que remedios milenarios como los citados. Es una estafa tan evidente que cualquiera podría detectarla.

    He oído hablar de las drogas sintéticas y te podría mencionar varias docenas de las que no has escuchado hablar en tu vida. Me he centrado en las drogas clásicas porque en torno a tres de ellas (opio y derivados, coca y derivados y cannabis) se montó todo este embrollo del que tanto nos está costando salir.

  7. Daniel, siempre habrá un entramado que se nutra de algo; de la prohibición, la legalización o del miedo como herramienta para acobardar al débil. Siempre habrá una cohartada por que siempre habrá intereses bastardos en cada asunto de la vida -el que sea, me da igual-.

    Siempre habrá consumos adictivos, Daniel, por que siempre habrá quien sea proclive a ello. Me consta que esto es así. Lo absurdo de la cuestión es ir cayendo repetidas veces en la ilegalidad por la tozuda idea de algunos de creer que el pensamiento único del NO A LAS DROGAS es factible. La diversidad de pensamiento siempre estará ahi, lo que entiende y propone el antiprohibicionismo es que con la legalización esa diversidad de pensamiento seguiría existiendo, pero respetandose las voluntades entre los que consumen y los que no -con ciertas ventajas para ambas partes-.

    Claro que no se trata de erradicar «las drogas», lo que pretende el prohibicionismo – parece ser- es acabar con la diversidad de pensamiento; guíar la voluntad de las personas hacia esa otra voluntad que unos cuantos consideran más evolucionada, pero utilizando unas técnicas de muy dudosa moralidad, y eso precisamente les descalifica como personas. Se convierten en lo contrario que propugnan y se traicionan a ellos mismos y la humanidad cuando el fin que persiguen es el pensamiento único. Sólo hay que pararse a pensar que el Universo y nuestra propia Naturaleza animal, vegetal… que nos rodea se caracteriza precisamente por la mezcolanza. Tratar de hacer un camino de antemano con una ideal a seguir por todos es como intentar meter a toda la humanidad en un barco donde no todos caben y obligarles a remar hacia la misma dirección. Lo inteligente es saber que habrá personas que prefieran remar en contra de la corriente, otras a su favor o bien, otras, simplemente utilizar el viento y las velas como fuerza de arrastre. Ante tanta diversidad de pensamiento lo mejor es dar un barco acorde a las necesidades y exigencias de cada uno. Estoy convencido que al final todos, de esta manera, acabaremos encontrándonos en el mismo embarcadero porque la mar por la que navegamos – que es la vida- es para todos la misma. El fin a perseguir es el mismo: la libertad inherente del ser humano a decidir bajo su propia responsabilidad. Educar bajo esos valores es fundamental.

    Saludos.

  8. A ddaa:

    ¿»Terminar con la sustancia»? Con este tipo de conclusiones no me extraña que seas tan duro. Efectivamente, esto es una imbecilidad. Pero es que si piensas que algún gobierno, organización, institución u ONG pretende acabar con la sustancia, es que estás completamente fuera de juego (con perdón, por seguir intoxicándote con opio del pueblo). ¿No se te ocurre pensar que esa misma sustancia se usa legalmente con fines terapéuticos? ¿Crees que quieren terminar con las medicinas?

    Y lo de que son «unas sustancias que llevan en el mundo millones de años»… ¿El MDMA lleva en el mundo millones de años? Supongo que has oído hablar de las drogas sintéticas.

    …»Y seguirán estando mucho después de que nos extingamos»: Yo había escuchado que eran las cucarachas las que podrían sobrevivir a un ataque nuclear, en fin.

    A bohem:

    Si la prohibición dejase paso a la legalización, supongo que estamos de acuerdo en que seguiría habiendo consumos adictivos que requerirían de un tratamiento o de alguna ayuda médica: ¿Dirías entonces que hay un entramado que se nutre de la legalización?

  9. A mí me parece que lo que más les preocupa y lo que más temen es que esta farsa que llamamos Prohibición se venga abajo y se implante una dinámica de sentido común. ¿De qué comerá todo el entramado* que hoy se nutre de la Prohibición?

  10. Acabar con la violencia de género, con las guerras y con la prohibición de las drogas son tres aspoiraciones muy dignas. Pretender que se puede terminar con unas sustancias que llevan en el mundo millones de años antes de que llegáramos y seguirán estando mucho después de que nos extingamos, es una imbecilidad.

    No hablo de una tendencia «actual». La prohibición empezó a fracasar desde el primer día, y cuanto más fracasa, más se endurece. No me gusta el fútbol (el verdadero opio del pueblo), así que paso de apostar sobre esto.

  11. A ddaa:

    No he comparado el perjuicio de la droga con el de la guerra o con el de la violencia de género, sino el hecho de cambiar el mundo en aspectos tan arraigados actualmente. No me lleves a conclusiones demágogicas para decir una frase vistosa.

    Bueno, y lo de tu apuesta, en fin, lo único que haces es reafirmar la tendencia actual de algo. Ya ves, eso sí que es hablar gratis. Yo acepto la apuesta si tú te apuestas la misma cantidad a que el Barça no gana la Liga.

  12. Dejémonos de chistes y hablemos en serio:

    «Las instituciones internacionales encargadas del control de las drogas ilícitas mantienen inalterados sus planteamientos, como si nada de lo que se diga o haga pudiera hacer mella en su naturaleza monolítica. Es bien significativo que el plan que el PNUCID (Programa de las Naciones Unidas para el Control Internacional de Drogas) presentó en la Sesión Especial sobre Drogas de 1998 se titulara “1998-2008: Un mundo sin drogas. Podemos consegurilo”. Poco importa que los plazos para la completa y definitiva erradicación de cultivos que se fijaron en la ya lejana Convención Única sobre Estupefacientes de 1961 (quince años para el opio y veinticinco para cannabis y coca) hayan vencido y se hayan prorrogado una y otra vez. En cada ocasión, los responsables del fracaso encuentran nuevos motivos para el optimismo y fijan un nuevo lapso (Blickman, 1998), en lo que el New York Times, en su editorial dedicado a la citada Sesión Especial del 98, denominó ‘reciclaje de políticas irrealistas’.»

    La prohibición de las drogas: del tabú moral a la desobediencia civil

    Estoy dispuesto a apostarme lo que sea con Daniel o con cualquier otro a que en 2008 habrá más drogas, más baratas y más disponibles que nunca en el mundo. Hablar es gratis: ¿alguien quiere poner la cartera donde ahora sólo pone la lengua?

  13. Comparar la violencia doméstica, la guerra o la contaminación con las drogas es una buena prueba de hasta qué punto afecta la propaganda antidroga a la capacidad lógica de algunos.

  14. tanto las guerras, la contaminacion, la violencia domestica y las drogas, son evitables.

    El mundo esta lleno de conformistas¡¡

  15. La guerra, la contaminación, la violencia… son cosas muy negativas que no tienen ninguna ventaja se mire por donde se mire.
    Sin embargo no se puede decir que las drogas sean buenas o malas ya que depende del uso que les demos.
    Hay que recordar que lo que hoy llamamos «drogas de abuso» no hace mucho tiempo se usaban como eficientes medicamentos, siguiendo la prescripción médica no causaban ningún problema.
    No quiero un mundo sin drogas, quiero un mundo de personas sensatas y responsables que sepan hacer un buen uso de ellas. Para eso hace falta educación, información objetiva…

    SALUDOS!

  16. Los peces del río Po (Italia) deben de estar todo el día aceleradísimos:

    Cocaína abunda en río de Italia

    Y en Alemania, tres cuartos de lo mismo

    «Ríos» de cocaína en Alemania

    Pero no hay que preocuparse porque podemos conseguir un mundo sin drogas (o eso dicen algunos imbéciles sin remedio)