Tras el 11-M, el tratamiento de desintoxicación me devolvió la vida

Sobrevivió a un atentado terrorista y a una dependencia a los tranquilizantes.

Cuando Ricardó llegó a TAVAD, no parecía de este mundo. Sin articular ni una sola palabra y arrastrando los pies, iba agarrado del brazo de su mujer. Se mostraba desorientado y presentaba un deterioro cognitivo preocupante. El cóctel de pastillas tranquilizantes que llenaba su organismo era más que evidente.

Lo que nunca pudimos imaginar es el calvario que había pasado años atrás: Ricardo salió con vida del mayor atentado terrorista en la historia de España. Aquel 11 de marzo de 2004 su vida dio un vuelco poniendo su bienestar patas arriba.

Hoy, 16 años después y tras un año de tratamiento, Ricardo no es la misma persona que entró aquel día por la puerta de TAVAD. Sus ojos, ahora llenos de vida y alegres, le delatan.

Después de un año del tratamiento ¿Cómo se encuentra ahora?

«Lo que estoy es tranquilo y relajado. Me siento en paz», señala de manera firme y sonriente.

Cuéntenos Ricardo, ¿cómo ha cambiado su vida el tratamiento de desintoxicación de benzodiacepinas?

«La ha cambiado por completo. Si me sacas una foto hace un año y la comparas con una de ahora, creo que ni yo mismo me reconocería».

Por aquel entonces, cuando le conocimos, no pasaba por su mejor momento…

«Imagínate, arrastraba un trastorno por estrés postraumático con secuelas físicas y sobre todo psicológicas… Han sido muchos años pasando por un difícil proceso de aceptación con alteraciones del sueño, nerviosismo, miedo, ansiedad, depresión. De todo.

El atentado fue muy duro. Mi mujer y yo sobrevivimos no sé cómo. Se levantó el techo del tren y de repente estábamos en el suelo… Yo sentí cómo la corriente me entraba por la cabeza y me salía por los pies.

Te recuperas físicamente pero psicológicamente eso se te queda ahí… Lo que nunca antes suponía una dificultad para mí se convirtió en una odisea. No era capaz ni de coger el coche, tenía unos problemas de ansiedad horribles y dormía fatal.

Así que el médico me recetó varias benzodiacepinas. Llegó un punto que tomaba muchísima medicación. Y era razonable por todo lo que había pasado pero mi familia empezó a ver cosas raras: tenía muchos despistes, se me empezaban a olvidar todo tipo de cosas… Mi estado natural empezó a ser de mal humor, me quejaba por todo, siempre estaba como nervioso. Las pastillas me hacían su efecto, pero también me atontaban y yo también me di cuenta que no podía estar sin ellas. Me generaba mucho estrés pensar que se me podían olvidar o terminar. Y a nivel de cabeza era un verdadero desastre, me patinaban las neuronas».

He invertido dinero pero he ganado en salud y vida. Podría decir que he vuelto a nacer dos veces: el 11-M cuando ocurrió todo y el día que salí del Hospital de TAVAD. Clic para tuitear

¿Fue entonces cuando decidió ingresar en nuestro centro de desintoxicación?

«Mi familia estaba muy preocupada, cada vez me veían peor. Mi hijo y su mujer, que trabajan en el mundo de salud, fueron los que me hablaron del tratamiento de desintoxicación para dejar los tranquilizantes. Yo también quería salir de ese bache. Apenas coordinaba, no tenía ganas de nada y el último año me pasaba muchos días tirado en la cama… Intenté dejar varias pastillas por mi cuenta, pero lo pasé realmente mal. Necesitaba ayuda. Tantos años así, había veces que pensaba que terminaba con ese malestar o me quitaba de en medio. Estaba dominado por las pastillas».

¿Cómo vivió todo el proceso de recuperación? ¿Recuerda los cambios que se fueron produciendo durante el tratamiento de desintoxicación?

«Me acuerdo perfectamente cuando salí del hospital. Me sorprendí a mí mismo riendo… TAVAD me devolvió la ilusión. Esa es la palabra.

Todas las semanas iba con muchas ganas a las sesiones, a ver a todo el equipo. Cuando entraba en Fuentelarreina siempre salía de allí sonriendo. El calor y cercanía que he sentido por parte de todos no lo olvidaré nunca.

Me ha dado mucha pena dejar de ver el equipo cuando he terminado el tratamiento. Tengo que haceros una visita», comenta con una sonrisa nostálgica en la cara.

«El verano pasado terminé todo el programa pero vuestra preocupación no tiene límites… Hasta mi terapeuta, aún hoy me sigue contactando de vez en cuando para preguntarme cómo estoy. Te vas de TAVAD, terminas el tratamiento, te recuperas, pero seguís ahí por si necesitas cualquier cosa».

¿Algo que quieras destacar del tratamiento de desintoxicación?

«Cada programa destaca por todo lo que ofrece, en nutrición conseguí bajar el colesterol, gracias a mindfulness ahora sigo unas pautas de relajación que me dejan todos los días como nuevo… Mi terapeuta ha sido mi guía durante este tiempo, el cuidado de los psicólogos y médicos del hospital fue bárbaro. No pude elegir un centro mejor. La amabilidad y predisposición de cada uno de vosotros para ayudarme a salir del bache ha sido increíble.

He invertido dinero pero he ganado en salud y vida. Podría decir que he vuelto a nacer dos veces: el 11-M cuando ocurrió todo y el día que salí del Hospital de TAVAD.

A mí el tratamiento me ha cambiado la vida. Ahora viajo y hago cosas que antes no podía hacer. Salgo a pasear, me encanta ir al campo, disfrutar de mi tiempo libre ahora que me he jubilado…»

¿Cómo lo ha vivido su familia?

«Mi vida era difícil, pero para mi mujer y mi familia también. Siempre estaba quejándome, enfadado, se lo he hecho pasar muy mal… Y ahora ellos son felices conmigo.

Las pastillas parece que ayudan pero a la larga lo único que hacen es hundirte en un abismo. Ese día nos ha afectado mucho, podíamos no haberlo contado. Y yo me refugié en las pastillas porque estaba mal y parecía que mi única solución era esa: tomar tranquilizantes. Cuando con el paso del tiempo, las pastillas lo único que consiguieron fue que estuviera mucho peor todavía.

Hoy soy otra persona. Hoy disfruto de la vida. Hago reír a la gente. He cambiado la mentalidad. Todo el equipo me ha ayudado muchísimo y creo que con mi compañía, yo también un poco a ellos.

Estoy muy agradecido».

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11 comentarios

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  1. Muchas gracias por la información y enhorabuena por vuestra labor rehabilitando personas!!!

  2. Enhorabuena Ricardo! Quienes hemos pasado por eso sabemos que dejarlo parece casi imposible cuando estás enganchado a los tranquilizantes pero se puede conseguir. Es la droga invisible, pocos hablan de ella pero te atrapa receta a receta.

  3. La piel de gallina leyendo el testimonio de Ricardo, pensar en lo que vivió y en que se le pasara por la cabeza quitarse de en medio de lo mal que estaba, a vivir sin la adicción, feliz y disfrutando de la vida tras un tratamiento de desintoxicación. Me alegro mucho por él, por su recuperación y sus ‘volver a nacer’.

  4. Me parece increible tu historia Ricardo! Me alegro mucho de que hayas conseguido pasar página después de todo lo que has pasado gracias a tu fuerza de voluntad y al trabajo del equipo de TAVAD. Mucho ánimo y a seguir asi!!!

  5. Ricardo, eres todo un ejemplo de superación y de motivación para muchísimas personas que han pasado por esto ¡Has sido un paciente estupendo! Ocupas un lugar muy importante en el recuerdo de todo el equipo de TAVAD y te deseamos toda la felicidad del mundo que te lo mereces! Que te sigamos viendo así de bien y enhorabuena por tu testimonio….

  6. ¡Enhorabuena Ricardo! Ha sido un placer poder acompañarte en este proceso y verte avanzar en todos los aspectos de tu vida. Me alegro mucho que continúes con los hábitos y habilidades que alcanzaste y que tanto te benefician día tras día. Espero que nos hagas una visita pronto. ¡Un fuerte abrazo!

  7. Enhorabuena!!
    Felicidades por haber conseguido tu objetivo y por haber luchado tanto por mejorar tu calidad de vida. Te deseo lo mejor y que seas muy feliz!

  8. ¡Que alegría verte así de bien! Nunca olvidaré ese primer día que te vi, eras otra persona totalmente diferente sin articular palabra y el tratamiento de Tavad te ha cambiado completamente. Como bien dices, tú también nos alegrabas las mañanas con tu conversación, caramelos y el aloe vera. Te deseo todo lo mejor a ti y a tu familia. Has sido un gran ejemplo a seguir. Un gran abrazo