Ex-futbolistas arruinados: efectos de las drogas en el fútbol
La reciente imagen del ex-futbolista británico, Paul Gascoigne, en una estación de tren de Stevenege, al sureste del Reino Unido londinense tirado en el suelo tras haber mantenido una fuerte pelea con un guarda de seguridad, ha dado la vuelta al mundo. En un grave estado de embriaguez, el que fuera una de los grandes iconos del fútbol inglés en los 90, dio esa noche con sus huesos en el calabozo. Tras colgar las botas, su adicción al alcohol ha ido in crescendo, según su representante, Terry Backer. Con 46 años, la vieja gloria apartado del campo ha confesado que “su batalla contra la bebida está perdida”. Backer asegura que su cliente “necesita ayuda inmediata porque su vida corre peligro, Paul es alcohólico”. La cuestión es que no estamos frente a un hecho aislado. La historia de ex-futbolistas declarados en bancarrota por abuso de drogas y adicciones se repite a lo largo y ancho del globo. Pero, ¿qué sucede en sus vidas tras colgar las botas?