20 años sin ser dueño de su propia vida, camino de otros 20 sin ganas de beber
Nos pide anonimato pero él encantado de que contemos su historia en beneficio de otros, “para ayudar y que la gente sepa lo que es esto”. Sus palabras le salen solas y a borbotones, producto del espíritu eufórico que le caracteriza. Nos lo dice a las claras “estoy muy agradecido”, y no hay más.